Especializados en numismática de monedas en Alicante, sabemos que estas son objetos tangibles del desarrollo económico, cultural y político de las civilizaciones a lo largo de la historia. Son espejos que reflejan las aspiraciones y valores de sus creadores, y a través de ellas, podemos trazar la evolución de la humanidad. Las monedas más antiguas conservadas hasta la fecha nos ofrecen una ventana fascinante hacia el pasado.

Una de las monedas más antiguas conocidas es la moneda lítica de Anatolia, fechada alrededor del 7.000 a.C. Hecha de piedra y con un diseño rudimentario, esta pieza representa uno de los primeros intentos humanos de estandarizar el intercambio de bienes y servicios. Aunque no posee un valor intrínseco debido a su material, su importancia radica en su función como medio de cambio.

En el Antiguo Egipto, las primeras monedas aparecieron alrededor del 2.500 a.C., conocidas como "Sheqel de plata". Estas monedas, acuñadas con un diseño meticuloso que incluía jeroglíficos y símbolos de poder, se utilizaban principalmente para transacciones comerciales y pagos de impuestos. La presencia de estas monedas evidencia la complejidad de la economía egipcia y su papel central en el comercio del Mediterráneo antiguo.

La moneda más antigua de Europa es el "Stater de oro de Lidia", originario de la región de Lidia en la actual Turquía, datado alrededor del 600 a.C. Esta moneda, acuñada con una aleación de oro y plata, fue un hito en la historia de la numismática europea, estableciendo estándares de peso y pureza que influirían en las futuras emisiones monetarias del continente.

En Asia, las primeras monedas aparecieron en China durante la dinastía Zhou (1046-256 a.C.), conocidas como "Ban Liang". Estas monedas, hechas de bronce y con formas cuadradas o redondas, reflejaban la sofisticación tecnológica y cultural de la antigua China, y se utilizaron ampliamente en el comercio interno y externo.

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